El municipio de Los Navalmorales se encuentra situado al noroeste de los Montes de Toledo, en el límite entre las comarcas naturales de los Montes de Toledo y la Jara. Para llegar hasta él, desde Toledo tomaremos la CM-401, aproximadamente durante unos 70 kilóme- tros, atravesando las localidades de Polan, Gálvez y Navahermosa.
Está rodeado de unos paisajes naturales de gran belleza, guardando una interesante historia junto con un patrimonio monumental y natural muy atractivo, todo esto hace del lugar un destino ideal para el disfrute del turismo rural.
El pueblo de Los Navalmorales, en nuestros días, está formado por dos grandes barrios, divididos por la constante corriente de agua de un arroyo, que suponen un refejo de lo que primitivamente fueron dos pueblos independientes. Uno de ellos, Navalmoral de Pusa, adquirió el privilegio de villazgo concedido por Felipe IV, y el otro Navalmoral de Toledo perteneciente a la jurisdicción de la Ciudad Imperial. Ambos barrios conservan aún una clara diferencia, que se deja notar en la tipología de las edificaciones.
Dentro de su término municipal se encuentra el antiguo Poblado de Santa María de Herrera, el nombre que recibió la primera población debió de existir en el noroeste de los montes. Su origen se remonta a finales del siglo XII, y su nombre puede deberse a una antigua iglesia o santuario dedicado a Santa María y a unas minas y herrerías (de Herrera).
Comenzamos nuestra visita en la Plaza del Rollo, presidiendo la cual encontramos el Ayuntamiento, con algunas de las edificaciones más emblemáticas de la localidad. En el centro se erige un famante Rollo Jurisdiccional, recientemente instaurado.
Continuamos en la calle Concepción, una de las principales calles comerciales, hasta llegar a El Ejido, donde podemos admirar los restos del antiguo Convento de los Capuchinos, fundado en 1.736 de estilo barroco, declarado Bien de Interés Cultural. Lo que fuera la huerta del convento, hoy día es el Parque Municipal, plagado de parterres, estanques y zonas de recreo, del que disfrutan mayores y pequeños.
Desde aquí nos dirigimos a la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Antigua, edificio del siglo XVII de estilo renacentista. De ella destaca por un lado, la cúpula superior y el altar mayor, con un impresionante retablo dorado de estilo barroco, y por otro su torre de 32 metros de altura, conocida en la provincia como "La buena Moza".
Además de la Iglesia, en el municipio encontramos diversas arquitecturas religiosas como son: La Ermita de San Antonio (en su origen Iglesia de Navalmoral de Toledo), la Ermita de los Remedios (es el edificio religioso más antiguo de Los Navalmorales) y la Ermita de San Sebastián. La visita a ésta última es de obliga- do cumplimiento para el viajero que esté de paso por Los Navalmorales, ya que su ubicación en la Sierra del Santo nos permite disfrutar del contraste de paisajes que ofrecen la sierra de Gredos, los Montes de Toledo y el Valle del río Tajo.
Existen en Los Navalmorales otros edificios declarados Bien de Interés Cultural, que hacen atractivo el paseo por las calles de la localidad: la Casa de los Hermosilla, Casa en la calle Moral (fue un antiguo convento), y el que hoy es Hogar del Jubilado, los tres del s. XIX y estilo historicista.
La gastronomía local es un atractivo añadido. Destaca la calidad excepcional del aceite de oliva virgen extra (catalogado como uno de los mejores del mundo) que producen las diferentes almazaras de la localidad, el mazapán artesano, la miel y el queso, exportándose éste último a países dentro y fuera de la Unión Europea.
Una muestra del buen hacer en la mesa la encontramos en los platos de caza, las migas, la sopa de salmorejo, y en postres como las puches, los gallegos, las deliciosas rosquillas fritas y los pestiños.
La artesanía tradicional tiene en los trabajos realizados en forja y madera su principal exponente, sin olvidarnos de la guarnicionería y los bordados.